miércoles, 9 de abril de 2014

Los vampiros y los fantasmas

Muchos "seres mitológicos" se vinculan a la subcultura gótica y al gótico en general, desde personajes individuales como el monstruo creado por Frankenstein, hasta los vampiros, los fantasmas, los dioses primigenios creados por Lovecraft etc:

Un vampiro es, según el folclore de varios países, una criatura que se alimenta de la esencia vital de otros seres vivos (usualmente bajo la forma de sangre) para así mantenerse activo. En algunas culturas orientales y americanas aborígenes, el vampiro es una deidad demoníaca o un dios menor que forma parte del panteón siniestro en sus mitologías.
En la cultura europea y occidental, así como en la cultura global contemporánea, el prototipo de vampiro más popular es el de origen eslavo, el de un ser humano convertido después de morir en un cadáver activo o reviniente depredador chupasangre.
Un enorme influyente en la concepción actual de los vampiros es Vlad Tepes, un conde 

rumano, que destacó tanto por su crueldad, hasta el punto de que llegaron a demonizarlo. Era 

conocido por el uso del empalamiento como tortura.


 Vlad Tepes.


Los fantasmas (del griego φάντασμα, "aparición"), en el folclore de muchas culturas, son supuestos espíritus o almas desencarnadas de seres muertos (más raramente aún vivos) que se manifiestan entre los vivos de forma perceptible (por ejemplo, tomando una apariencia visible, produciendo sonidos o aromas o desplazando objetos —poltergeist—), principalmente en lugares que frecuentaban en vida, o en asociación con sus personas cercanas. Constituye uno de los tipos más conocidos de superstición.


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